Deja que su habitación esté en parte habitada por los dibujos animados que más les gusten, recién salidos de la tele o de su peli favorita.
A menudo, cuando nos disponemos a decorar las habitaciones de los peques de la casa, solemos pensar en lo que a nosotros nos gusta. Lo que a nosotros nos parece que va a resultar más adecuado para ellos. Y no siempre somos capaces de ponemos en su lugar. 
Es cierto que si hiciéramos caso a todas sus sugerencias, probablemente acabaríamos con una habitación demasiado abigarrada y repleta de juguetes esparcidos por el suelo. Parecería un lugar más pequeño de lo que es en realidad; y quizás, incluso más oscuro si optasen por pintar las paredes de rosa o azul oscuro.

Está claro, hay que poner límites a lo que los niños quieren en todos los sentidos. También en la decoración de sus dormitorios y cuartos de juegos. Pero tampoco está de más dejarles algún rincón específico para que coloquen algo que realmente les guste. Por ejemplo, los dibujos animados que les acompañan en sus ratos de ocio frente a la tele; o sacados de sus pelis favoritas.

Otra opción muy extendida es dejarles elegir la ropa de cama. Para que les resulte aún más sencillo dormir con los dibujos que más les gustan. Las opciones son tantas como series de dibujos existen para ellos.

La luz también es con frecuencia la protagonista de sus intereses. Más aún cuando las luminarias se pueblan de uno de los dibujos más queridos por los más pequeños. Y como no solo de la luz se ilusionan los niños, también cuentan con percheros, tiradores y papeles vinílicos. Claro que la mayoría de ellos son de dibujos ‘anónimos’, es decir, de esos que no suelen salir en la tele. 

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